Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La nueva guía sobre orientaciones éticas acerca de  la tuberculosis (TB), lanzada este jueves por la Organización Mundial de la Salud (OMS), tiene como objetivo ayudar a que los países que aplican la Estrategia para el Fin de la TB sigan normas éticas sólidas que protejan los derechos de todos los afectados por la enfermedad.
La tuberculosis, la principal enfermedad infecciosa y letal a nivel mundial,  acaba con 5000 vidas cada día. La carga más pesada recae en las comunidades que ya se enfrentan a desafíos socioeconómicos: migrantes, refugiados, prisioneros, minorías étnicas, mineros y otras personas que trabajan y viven en entornos vulnerables, también personas marginadas como mujeres, niños y  ancianos.

“La tuberculosis afecta preferentemente a  las personas más pobres del mundo”, dijo la Dra. Margaret Chan, Directora General de la OMS. “La OMS está decidida a superar el estigma, la discriminación y otras barreras que impiden que muchas de estas personas tengan acceso a los servicios que tanto necesitan”.

La pobreza, la malnutrición, las malas condiciones sanitarias y de vivienda , que se agravan por otros factores de riesgo como el VIH, el hábito de fumar, el consumo de alcohol y la diabetes, pueden aumentar el riesgo de la TB y dificultan el acceso de esta población a la atención. Más de un tercio (4,3 millones) de personas con tuberculosis no son diagnosticadas ni reportadas, algunas no reciben atención y otras acceden a cuidados médicos  de dudosa calidad.

Las nuevas orientaciones éticas de la OMS abordan cuestiones polémicas como el aislamiento de los pacientes contagiosos, los derechos de los enfermos de tuberculosis en prisión, las políticas discriminatorias contra los migrantes afectados por la tuberculosis, entre otras.

Enfatiza en cinco obligaciones éticas fundamentales  a cumplir por los gobiernos, los trabajadores de la salud, los proveedores de atención, las organizaciones no gubernamentales, los investigadores y otras partes interesadas a fin de:

• proporcionar a los pacientes el apoyo social que necesitan para cumplir con sus responsabilidades
• abstenerse  del aislamiento a los pacientes de TB antes de agotar todas las opciones para permitir que sigan el tratamiento y aislarlos sólo  en condiciones muy específicas.
• permitir que las “poblaciones clave” tengan acceso al mismo nivel de atención ofrecido a otros ciudadanos.
• asegurar que todos los trabajadores sanitarios operen en un ambiente seguro
• compartir rápidamente los resultados de la investigación para informar la actualización de las políticas nacionales y mundiales de TB.
De la orientación a la acción.

La protección de los derechos humanos, la ética y la equidad son los principios que sustentan la estrategia de lucha para el Fin de la TB promulgada por la OMS. Pero no es fácil aplicar estos principios sobre el terreno. Los pacientes, las comunidades, los trabajadores de la salud, los  que formulan las políticas y otras partes interesadas enfrentan a menudo conflictos y dilemas éticos. La actual crisis de la tuberculosis resistente a múltiples fármacos (MDR-TB) y la amenaza que representa para la seguridad sanitaria acentúan aún más la situación.

“Solo cuando las intervenciones eficaces,  basadas en la evidencia, se basen en un sólido marco ético y en el respeto de los derechos humanos, lograremos alcanzar nuestros ambiciosos objetivos de poner fin a la epidemia de tuberculosis y lograr la cobertura universal de salud. La aspiración de SDG de no dejar atrás a nadie se centra en esto “, dijo el Dr. Mario Raviglione, Director del Programa Mundial contra la Tuberculosis de la OMS.

“La orientación que hemos publicado tiene como objetivo identificar las dificultades éticas afrontadas en la atención de la TB y destaca las acciones clave que se pueden tomar para abordarlas”,  añadió.

El Día Mundial de la Tuberculosis es una oportunidad para activar el compromiso político y social para progresar en los esfuerzos para terminar con la tuberculosis. Este año, el Día Mundial de la Tuberculosis marca un nuevo impulso al nivel más alto con el anuncio de la primera Conferencia Ministerial Mundial sobre  el  Fin de la Tuberculosis, que se celebrará en Moscú en noviembre de 2017.

“La Conferencia Ministerial Mundial pondrá de relieve la necesidad de una respuesta multisectorial acelerada frente a la tuberculosis en el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, dijo el Dr. Ren Minghui, Subdirector General  VIH/SIDA, Tuberculosis, Malaria y Enfermedades Tropicales Desatendidas. “Se hará hincapié en que la acción mundial contra la resistencia a los antimicrobianos debe incluir atención, vigilancia e investigación optimizadas para hacer frente a la TB-MR”.

La Conferencia informará a la reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la tuberculosis, que se celebrará en 2018.
 marzo 23/2017 (OMS)