Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Interrumpir estructuradamente la terapia antirretroviral acelera la progresión de la infección por VIH en un subgrupo de pacientes, aquellos en los que el tratamiento es menos efectivo debido al desarrollo de resistencias del virus a múltiples fármacos. Esta conclusión se desprende de un estudio realizado en Estados Unidos que publica en su último número "The New England Journal of Medicine".



Los autores encontraron que los participantes sometidos a interrupciones estructuradas del tratamiento durante 4 meses presentan más complicaciones relacionadas con la infección por el VIH y una peor respuesta inmunitaria que aquellos pacientes que reciben los fármacos antirretrovirales continuamente.



En opinión del Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de Estados Unidos, que financió la investigación, "la interrupción del tratamiento se ha convertido en algo cada vez más frecuente entre los individuos infectados por el VIH. Este estudio ayuda a clarificar los efectos de la interrupción del tratamiento en un grupo de pacientes y subraya lo importante que es para las personas participar en ensayos clínicos que ayuden a responder cuestiones que mejorarán la asistencia de los pacientes".



La interrupción estructurada del tratamiento implica dejar de tomar los fármacos por un período determinado que permite al virus replicarse para recuperar susceptibilidad a los fármacos. Estudios anteriores habían mostrado que cepas del virus sensibles a los fármacos reemergen y se convierten en predominantes cuando la terapia se detiene. Además, las interrupciones se ha considerado útiles en pacientes que toman múltiples fármacos para superar los efectos tóxicos de éstos.



La nueva investigación representa el primer ensayo clínico aleatorizado que ha examinado la efectividad de la interrupción estructurada del tratamiento en pacientes con pocas opciones terapéuticas. Participaron 270 individuos infectados por cepas multirresistentes cuya carga viral estaba por encima de 5.000 copias del virus por mililitro de plasma. La mitad dejó de recibir antirretrovirales durante 4 meses antes de iniciar una terapia combinada optimizada. La otra mitad inició dicha terapia inmediatamente.



Tras un período de seguimiento medio de casi 12 meses, 22 de los 138 individuos del grupo que interrumpió el tratamiento habían muerto o experimentado progresión de la enfermedad. Por el contrario, sólo 12 de los 132 pacientes del segundo grupo progresó o falleció. Asimismo, los del primer grupo continuaron mantenido un bajo recuento de linfocitos CD4 y no experimentaron una disminución de la carga viral respecto al segundo grupo.



Añade el Dr. Fauci que "es importante recordar que el fracaso de la interrupción del tratamiento observada en este estudio se refiere sólo a individuos con VIH resistente a los fármacos y con niveles de virus detectables en sangre al inicio del estudio. Para aquellos individuos que son tratados con éxito con antirretrovirales, otros estudios han mostrado que ciclos de interrupciones del tratamiento durante cortos períodos de tiempo pueden beneficiar a los pacientes.



New England Journal of Medicine 2003;349:837-846