Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un nuevo “atlas” de la vida bacteriana dentro y fuera del organismo humano ha descubierto el hecho de que las palmas de las manos, los pies y los antebrazos son todas unas Naciones Unidas de los gérmenes.
Mediante el uso de sofisticadas tecnologías de secuenciación de genes, los científicos identificaron tipos bacterianos específicos, los lugares en que les gusta habitar y donde les va bien en el cuerpo. Encontraron una amplia variabilidad de bacterias, dependiendo del lugar del cuerpo. También localizaron que las colonias bacterianas varían de una persona a otra y que cada individuo porta un conjunto “personalizado” de microorganismos.
“Siempre hemos sabido que tenemos microbios por dentro y por fuera”, apuntó el autor del estudio Noah Fierer, profesor asistente de Ecología Microbiana de la Universidad de Colorado en Boulder. “Pero antes no podíamos aislarlos y diferenciarlos entre sí. Con estas nuevas técnicas, podemos hacerlo”.
“Cada uno de nosotros es en realidad un archipiélago de distintos hábitat, por lo menos en lo concerniente a las bacterias”, añadió el autor principal del estudio, Robert
Knight, profesor asistente de Química, Bioquímica y Ciencias Computacionales de la Universidad de Colorado. “Es realmente sorprendente lo distinto que son los lugares en
un mismo cuerpo, y lo diferente que son los lugares correspondientes en distintas personas”.
El trabajo del equipo aparece publicado en la revista Science. El estudio se basa en investigaciones anteriores que incluye un estudio del año 2008 donde se encontró que las mujeres tenían una diversidad de bacterias mayor que los hombres en las palmas de las manos.
El proyecto de mapeo se enfocó en hombres y mujeres, que fueron examinados cuatro veces durante un periodo de tres meses. Los investigadores tomaron muestras en 27 lugares distintos, buscando bacterias en casi cada esquina, desde el pelo y la cera del oído, la boca y los agujeros de la nariz, hasta el abdomen y las piernas.
Entonces, ¿cuáles eran los puntos más populares entre las bacterias? Parece gustarles la barriga (lo que no sorprende), los antebrazos, las palmas de las manos, el dedo índice, la parte trasera de las rodillas y las plantas de los pies, según el estudio. Al menos esos son los lugares donde las colonias más diversas y prósperas hacen su hogar.
Algunas comunidades bacterianas parecían preferir terminantemente un lugar del cuerpo. Por ejemplo, cuando los científicos trasplantaron grupos microbianos del antebrazo a la frente, los gérmenes no prosperaron. Pero al hacer lo contrario, o sea trasplantar comunidades de la frente al antebrazo, no pareció impedir el crecimiento bacteriano.
Los investigadores se enfocaron en la diversidad bacteriana, y no en la cantidad. Hay miles de tipos de bacterias, pero algunos parecieron superiores en el estudio, señaló Fierer. Cuatro grupos bacterianos sobresalieron (actinobacterias, firmicutes, proteobacterias y bacteroidetes), y fueron relativamente estables en el tiempo. Entre los tipos individuales de bacterias se encontraron Streptococcus y Staphylococcus.
En ciertas maneras, los esfuerzos de mapeo plantean más preguntas de las que responden.
Los investigadores no están seguros de por qué los antebrazos y otras partes del cuerpo atraen tanta actividad microbiana. Tampoco está claro si las distintas cepas compiten entre sí o si viven en alguna forma de armonía bacteriana.
Los investigadores también desean averiguar si las personas nacen con estas colonias bacterianas o las desarrollan tras nacer, a través del contacto externo con sus madres y durante el parto. Aún más fascinante es el motivo de que cada persona tenga su propia mezcla de bacterias, muy parecido a una huella dactilar. Quizás la dieta, el clima, el lugar o una combinación de variables es responsable de la composición bacteriana exclusiva de cada persona, señaló Fierer.
Lo más importante es que los investigadores desean saber la manera en que las colonias impactan la salud y si se pueden utilizar de alguna manera para tratar la enfermedad. En el futuro, por ejemplo, el mapeo microbiano podría llevar a una evaluación rutinaria de los pacientes como manera de registrar una línea base de sus comunidades microbianas.
Cualquier cambio posterior podría ser una señal de enfermedad.
“Nuestro último objetivo es crear estrategias para la medicina personalizada, que no se base en el genoma humano, donde todos somos un 99,9% idénticos, sino en el microbioma humano, donde diferimos entre un 80% y un 90% los unos de los otros”, añadió Knight.
Science: http://www.sciencemag.org/


Fuente: Estados Unidos, noviembre  10/2009 (HealthDay News)