Los expertos manifestaron que las personas con desórdenes respiratorios severos durante el sueño eran más propensas a morir comparado con las que presentaban características similares pero sin estos trastornos. Los riesgos son más obvios en los hombres de 40 a 70 años, reveló el equipo de Naresh Punjabi, de la Universidad de Johns Hopkins en Baltimore. La apnea del sueño es provocada por un colapso en las vías aéreas superiores mientras una persona duerme. Los ronquidos fuertes pueden ser un síntoma, pero lo que diferencia a la condición son una serie de interrupciones breves en la respiración durante el sueño. Esta afección está íntimamente relacionada con la obesidad, la hipertensión arterial, la insuficiencia cardíaca y el accidente cerebrovascular (ACV), pero los investigadores no habían logrado cuantificar claramente cuánto más proclive es una persona con esta condición a morir. El equipo de Punjabi estudió a 6400 hombres y mujeres por un promedio de ocho años. Los participantes que comenzaron con apnea del sueño grave eran un 46% más propensos a fallecer por cualquier causa, más allá de la edad, el sexo, la raza, el peso o el tabaquismo, informaron los autores en la revista PLoS Medicine. Los hombres de 40 a 70 años con el trastorno respiratorio severo eran dos veces más propensos a morir por cualquier causa que los varones saludables de la misma edad. “Entre los hombres, el 42,9% no tenía la condición respiratoria vinculada con el sueño, el 33,2% presentaba la enfermedad en estado leve, el 15,7% tenía dolencia moderada y el 8,2% severa", escribieron los autores. En tanto, alrededor del 25% de las mujeres tenían apnea del sueño leve, el 8% moderada y el 3% severa. “El mejor tratamiento para la apnea del sueño es la pérdida de peso", dijo el doctor David Rapoport, de la Universidad de New York, quien trabajó en un estudio. “No obstante, la terapia más exitosa puede ser una máscara (de presión positiva continua en las vías aéreas), que aplica presión para ayudar a mantener las vías respiratorias del paciente abiertas mientras duerme, lo que le permite respirar normalmente", expresó Rapoport. Otro tratamiento posiblemente efectivo es la cirugía, que consiste en la remoción de las amígdalas, agregó el experto. PLoS Medicine: http://medicine.plosjournals.org/perlserv/?request=index-html&issn=1549-1676 Fuente: Washington, agosto 19/2009 (Reuters) |