Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Científicos de la Universidad de Navarra han llevado a cabo una investigación que prueba que la dieta hipocalórica en pacientes con obesidad activa las sirtuínas, un tipo de enzimas asociadas a una mayor longevidad. El estudio pone de manifiesto que la observación de dichas proteínas puede servir para hacer un seguimiento de la respuesta a este tipo de dieta.

Las sirtuínas son una variedad de enzimas que regulan los procesos metabólicos de forma que "retrasan el envejecimiento y contribuyen a prevenir enfermedades como la obesidad, la diabetes y la patología cardiovascular", explica Ana Belén Crujeiras, investigadora del Departamento de Ciencias de la Nutrición, Fisiología y Toxicología de la Universidad de Navarra. De este modo, se ha descubierto que la alimentación baja en calorías afecta directamente a estas proteínas provocando su activación y la consiguiente pérdida de peso y disminución del estrés oxidativo. Por ello, se concluye que el estudio de las sirtuínas serviría para conocer los efectos de la nutrición hipocalórica en enfermos con obesidad, además de proponer una herramienta para la aplicación de posibles activadores de éstas.

Hasta ahora, se ha averiguado que la dieta baja en calorías disminuye el riesgo de contraer algunas enfermedades porque "se reduce el estrés oxidativo, mejoran los niveles de colesterol y glucosa y se induce la pérdida de peso", explica la Dra. Crujeiras. Los mecanismos implicados en estos beneficios parecen estar mediados por las sirtuínas.

Estos beneficios han aumentado el interés por conocer cómo activarlas. Y así, han surgido estudios que prueban que sustancias como el resveratrol, presente en la uva, el vino tinto o las nueces, sustituyen los efectos de la dieta hipocalórica. Sin embargo, por el momento "estos resultados no son extrapolables al ser humano puesto que sólo se han demostrade en modelos animales", tal y como señala la investigadora.