Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La misteriosa enfermedad respiratoria que ha causado la muerte a un centenar de personas y ha propagado temores desde Asia hasta América del Norte llegó en el peor momento para la ya frágil economía mundial. Los expertos creen que el síndrome respiratorio agudo y severo (SRAS), que está dañando gravemente el turismo y las empresas y que ha dejado a muchos restaurantes desiertos desde Hong Kong hasta Singapur, perjudicará las perspectivas económicas del mundo.

Algunos han llegado a creer que la enfermedad podría provocar una recesión global, aunque otros dicen que aún es demasiado pronto para establecer sus efectos, pero una cosa sí es segura en cuanto al SRAS: ha provocado la muerte de 100 personas y ha infectado a más de 2 600. En términos económicos, afectó a la región menos indicada. Ante la debilidad económica de Europa y Estados Unidos, Asia era la región más fuerte del mundo. "Desdichadamente, el efecto SRAS está concentrado en Asia, que por mucho tiempo había sido la región de más rápido crecimiento en el mundo y la única área que básicamente estaba manteniendo la economía mundial a flote", dijo Stephen Roach, jefe de economistas de Morgan Stanley, en un comunicado. "Si la economía mundial hubiera estado creciendo con mayor fuerza antes del brote del SRAS, el impacto probablemente no hubiera marcado una diferencia tan grande. Desgraciadamente, no es así", agregó.

Desde antes de la aparición del SRAS, los expertos en economía de América del Norte y de Europa han estado evaluando maneras de fomentar el crecimiento económico, desde mantener bajas las tasas de interés hasta adoptar medidas fiscales.

Con el panorama ya bastante oscuro por la guerra, el SRAS se ha añadido a una lista de malas noticias económicas. Las aerolíneas, ya bastante afectadas por el temor a atentados terroristas después de los ataques del 11 de septiembre del 2001 y la guerra contra Iraq, son las más perjudicadas. Las empresas del sector han recortado sus vuelos a Asia y algunos analistas dicen que las pérdidas de la industria se profundizarán por el brote del SRAS, mientras que las personas que tienen que hacer viajes de negocios acudirán al correo electrónico y a las videoconferencias telefónicas en lugar de tomar un avión.

Según un sondeo divulgado el lunes por la Corporación de Viajes de Negocios, un grupo de la industria con sede en Estados Unidos que supervisa los viajes de negocios, cerca de un 58% de 144 grandes empresas de Estados Unidos han prohibido a su personal viajar a algunos lugares de Asia. La cifra representa un fuerte incremento desde el 24% de participantes que respondió así en la encuesta de la semana pasada.

Las ventas minoristas en Hong Kong, donde las mascarillas médicas se han vuelto parte de la indumentaria diaria, han caído casi un 50% y varios restaurantes han cerrado sus puertas. Las conferencias en muchos de los lugares donde hay brote de SRAGS se han cancelado. Hasta el grupo de rock Rolling Stones, que por cuatro décadas ha realizado giras por todo el mundo, suspendió sus presentaciones en China. Al tomar esto en cuenta, los especialistas han comenzado a recortar sus pronósticos de crecimiento para las economías asiáticas, desde China y Tailandia hasta Singapur y Hong Kong. En Estados Unidos hay pocos casos de SRAS, pero en Canadá, que tiene el tercer lugar en número de enfermos del síndrome, 10 personas han muerto y miles están en cuarentena.

Roach, considerado uno de los expertos más pesimistas de Wall Street cuando se trata de pronósticos, piensa que el SRAS desatará una rotunda recesión mundial. El economista recortó sus pronósticos para el crecimiento de la economía mundial en el 2003 de 2,5 a 2,4%. Por lo general, la definición de recesión para un país es dos trimestres consecutivos de contracción, pero debido como es difícil que todo el mundo se contraiga al mismo tiempo, Wall Street considera que cualquier crecimiento por debajo de 2,5% equivale a una recesión mundial.

No obstante, Roach calcula que el impacto económico global del SRAS será de aproximadamente 30 000 millones de dólares, una cifra muy por debajo de los centenares de miles de millones de dólares en pérdidas por actividad económica tras la crisis económica asiática de 1997 a 1999, cuando el sistema financiero de la región estuvo a punto de un colapso.

Para Roach, quien ya había recortado sus pronósticos debido a los altos precios del petróleo, el largo período de incertidumbre antes de la guerra en Iraq, los asuntos relacionados con el manejo de las empresas y la debilidad de los precios de las acciones, el SRAS es la gota que derramó el vaso. "La economía mundial ha permanecido frágil desde el estallido de la burbuja del sector tecnológico hace tres años", dijo el especialista el lunes a Reuters. "Fácilmente podríamos estar en la segunda recesión mundial en tres años. El SRAS es quizás lo que ha inclinado finalmente la balanza en esta caída reciente de las perspectivas mundiales", agregó Roach. La enfermedad ha reducido el turismo hacia una de las regiones de mayor atractivo en el mundo. Dependiendo del país, el turismo representa entre 4 y 8% del producto interno bruto de las naciones asiáticas, sin incluir a Japón. En China, el turismo dentro del país representa casi un 4% del producto interno bruto (PIB).

Sung Won Sohn, de Wells Fargo Bank en Minneapolis, también cree que el SRAS recortará una décima de punto porcentual del crecimiento económico mundial. Pero el principal economista de Wells Fargo es más optimista ante las perspectivas mundiales, y prevé un crecimiento mundial de 2,7% este año, incluso después del impacto del síndrome. "Es demasiado temprano para concluir que habrá una recesión mundial", dijo Sohn. "Claramente, (el SRAS) está teniendo un impacto en las aerolíneas, los restaurantes y las ventas minoristas, además de otras actividades económicas". Las regiones más afectadas hasta ahora son el sur de China, Singapur y Hong Kong, aunque el síndrome también está afectando a Canadá. Sohn expresó que si el virus se propaga ampliamente, el impacto en la economía mundial podría ser grave. Las 10 muertes hasta la fecha en Canadá son bastante preocupantes, indicó. "La industria de la aviación no necesitaba además de una guerra, un virus que hace que las personas no quieran viajar en avión", dijo a Reuters el ministro canadiense de Finanzas, John Manley, en Washington.

El SRAS, una enfermedad conocida también como neumonía atípica, se originó en la provincia china de Guangdong, llegó en marzo a Hong Kong y ha sido transmitida por personas que han viajado en avión.