Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un nuevo estudio realizado por expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de la Universidad Alberto Hurtado de Chile vuelve a enfocar en uno de los problemas más graves en Latinoamérica y el Caribe: el costo de la diabetes, en términos de salud pública y de carga económica. Se estima que cada año mueren en la región más de 330.000 personas a causa de trastornos provocados por la diabetes. Las estimaciones indican que la discapacidad permanente que genera la enfermedad causa gastos por encima de los 50 mil millones de dólares anuales. Y la discapacidad temporaria, más de 700 millones de dólares.



Las cifras siguen sorprendiendo. Los costos asociados con la insulina y los medicamentos de administración oral que necesitan las personas que tienen diabetes en Latinoamérica y el Caribe, según los datos analizados que corresponden al año 2000, suman 4.720 millones de dólares, las hospitalizaciones 1.012 millones y las consultas más de 2.500 millones. Para el Dr. Alberto Barceló, asesor regional de Enfermedades no Transmisibles de la OPS y autor principal del trabajo, todos estos números demuestran, como dice en la conclusión del artículo, "que la diabetes impone una altísima carga económica no sólo a los individuos sino también a las sociedades de todos los países y las regiones en su conjunto".



La carga de la diabetes también se mide en términos del tiempo perdido. Ya sea por discapacidad temporal, permanente, o por muerte, representa miles de días de productividad perdidos, que también se traslucen en pérdidas económicas. Además, tanto en Latinoamérica como en el Caribe, se agrega el problema de que muchas personas que tienen diabetes no tienen acceso a los servicios de salud y por ende a tratamientos especializados.



El Dr. Barceló asegura que la discusión sobre la carga de la diabetes debería instalarse con más fuerza. "Hay un gran vacío de información. Este tipo de estudios sobre el costo de la enfermedad debe ser útil para elaborar políticas y programas de prevención. Para saber en dónde deben colocarse los recursos". El estudio fue publicado recientemente en el boletín de la Organización Mundial de la Salud.



La diabetes afecta aproximadamente a 28 millones de personas en la Región. Sin embargo, estudios recientes muestran que muchas complicaciones vinculadas a esta enfermedad se pueden prevenir, y hasta revertir, con controles adecuados de la glucemia y educando correctamente a los pacientes para que mejoren su autocuidado, tengan una alimentación adecuada y eleven su autoestima.



La diabetes es una alteración en el metabolismo de los hidratos de carbono, que ocurre por un defecto de la secreción o de la acción de la hormona insulina que es segregada por el páncreas. Esta hormona ayuda a que la mayoría de las células del organismo puedan utilizar el azúcar como combustible y transformarlo en energía.



Los hidratos de carbono son sustancias básicas de la alimentación y se encuentran en frutas, cereales, vegetales y azúcares. Cuando llegan al intestino se convierten en azúcar y es en ese proceso cuando necesitan de la insulina.



Por eso, si hay falta o un defecto en la acción de esta hormona, el azúcar se acumula en la sangre y produce cambios devastadores en otros órganos a corto y largo plazo. Esto hace que la diabetes sea un alto factor de riesgo para enfermedades coronarias y accidentes cerebrovasculares.



Existen dos condiciones mayores para la aparición de diabetes: un componente hereditario y la obesidad. La ingestión excesiva de alimentos, en particular las dietas ricas en carbohidratos refinados y grasas saturadas en combinación con la falta de ejercicios puede ocasionar obesidad y desencadenar diabetes en personas susceptibles. Existen dos tipos principales de diabetes: la diabetes tipo 1 (conocida anteriormente como diabetes insulino-dependiente, es decir, aquella en la que el paciente debe inyectarse insulina), y la diabetes tipo 2 conocida como diabetes no insulino-dependiente (aquella que no depende de esta hormona). La segunda es la llamada diabetes silenciosa y es la que padece el 90 por ciento de los diabéticos. Se caracteriza por aparecer después de los 40 años, con escasos o ningún síntoma. Aunque la aparición de la diabetes tipo 2 se incrementa después de esa edad, existen datos recientes provenientes de muchos países que indican que la obesidad y la diabetes tipo 2 están incrementándose en forma alarmante entre niños y adolescentes.



La diabetes puede prevenirse mediante un programa que incluya una dieta balanceada y actividad física que ayude a disminuir el peso corporal. Esto es particularmente importante entre los nuevos grupos vulnerables.



Para detectar la diabetes generalmente basta un simple análisis de sangre. Para las personas que ya tienen declarada la enfermedad es importante aprender a cuidar de su diabetes y mantener un estricto control de la cantidad de azúcar en sangre para evitar complicaciones tales como la ceguera y las amputaciones. Las personas que tienen diabetes deben mantener un contacto frecuente con su médico de cabecera o centro de salud.



La OPS fue establecida oficialmente en 1902 y es la organización de salud pública más antigua del mundo. Trabaja con los países de las Américas para mejorar la salud y elevar la calidad de vida de sus habitantes. Funciona como la Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud.