Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Científicos estadounidenses han sugerido que el estudio de la llamada gripe española de 1918, que causó la muerte de más de 20 millones de personas, podría explicar la gravedad de la actual gripe aviar originada en Asia. La gripe aviar afecta ya a 10 países asiáticos: China, Vietnam, Tailandia, Indonesia, Japón, Laos, Taiwán, Camboya, Corea del Sur y Pakistán y ha causado al menos quince muertes. Los gobiernos de los países afectados temen que una epidemia de la enfermedad aviar pueda ser mucho más grave que la del síndrome respiratorio agudo severo (SRAS), que acabó con la vida de más de 800 personas en 30 países entre noviembre del 2002 y junio del pasado año.

En un informe sobre el estudio publicado el jueves en la revista Science, los investigadores del Instituto Nacional de Investigación Médica de Londres y del Instituto Médico Howard Hughes de la Universidad de Harvard, indicaron que la hemaglutinina (HA), una glicoproteína de la membrana del virus de la gripe española, es similar a la de la gripe aviar.

La HA controla las primeras etapas de la infección y está vinculada especialmente a un elemento receptor de la célula huésped. En particular, el receptor contiene los aminoácidos del virus que causa la gripe aviar pero los ubica de tal forma que les permite interactuar con proteínas humanas y, con ello, propagarse al ser humano, indicaron los investigadores en el estudio.

Para establecer la relación que incluye a otros brotes epidémicos de la gripe aviar, los científicos analizaron tejido de personas que murieron a causa de la epidemia de gripe de 1918 y cuyos cuerpos yacían congelados desde entonces en la tundra de Alaska.

La investigación les permitió conseguir la secuencia de un sector del genoma del virus de la gripe española y reconstruir algunas proteínas, como la HA. Los resultados del estudio revelan que el HA viral de 1918 tiene características estructurales vistas ya en otros virus de la gripe aviar, dijo el estudio.

Según un relato histórico, la gripe española se originó en realidad en el Tibet en 1917 y se propagó como resultado de las movilizaciones militares originadas por la primera guerra mundial (1914-1918). Tras registrar los primeros casos en Europa en Francia, el mal se propagó a España, un país neutral en el conflicto que no necesitaba censurar la información sobre el mal. El nombre tendría su origen en el hecho de que fue la prensa española la primera que documentó la enfermedad y sus terribles efectos sobre la salud humana.

Los científicos indicaron que los datos de su investigación también sugieren que el virus se originó de otro microorganismo patológico aviar y retuvo algunas características para las cuales el sistema inmunológico del ser humano no estaba preparado.

Otro estudio publicado en Science sobre la gripe española y realizado por científicos ingleses y japoneses, señaló que la virulencia de un organismo patógeno está relacionada con la estructura del receptor y el creciente desplazamiento de personas y animales en el mundo. Sobre esa base, el grupo de científicos encabezado por J. Stevens, del Instituto de Investigaciones Scripps, en La Jolla (California), C.F. Basler de la Escuela de Medicina Monte Sinai, en Nueva York, y J.K Tauubenberger, del Instituto de Patología de las Fuerzas Armadas en Washington, creó modelos matemáticos para pronosticar la aparición de enfermedades infecciosas.

Esos modelos mostraron que las cepas menos virulentas de virus sobrevivían en sectores muy poblados y que los más virulentos persistían en poblaciones de menor densidad.

Pero sobre todo, los científicos sugieren que si dos subtipos de un virus infectan una célula al mismo tiempo, la cepa de alto nivel de virulencia resultante llegará a una población en la que habrá muchos que son inmunes a la cepa residente, pero susceptibles a la nueva