Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La proteína SDF-1 es la clave. No es el único factor que interviene en la aparición de la artritis reumatoide, pero sí uno de los que participan de forma importante, y se desconocía hasta la fecha. El hallazgo, que se publica en la revista especializada «Journal of Inmunology», confirma que esta proteína se produce en exceso en las articulaciones afectadas, provocando su inflamación.



La proteína SDF-1 mantiene permanentemente la inflamación en las articulaciones. Al estudiar muestras de tejido sinovial, se ha visto también que la proteína contribuye a la formación de nuevos vasos sanguíneos en las articulaciones inflamadas. Estos nuevos vasos acaban formando una tupida red que perpetúa la inflamación y provoca la destrucción de la articulación.



Estos hallazgos son importantes porque ofrecen una perspectiva nueva para abordar el tratamiento de esta enfermedad invalidante. En la actualidad, se cuenta con fármacos que frenan la enfermedad, pero no son perfectos. Estas investigaciones proporcionan una nueva hipótesis desde la que se pueden intentar terapias diferentes.



Ya existen agentes que inhiben esta proteína y, por tanto, podrían frenar el proceso de formación de vasos, la inflamación y la destrucción articular. Estos fármacos ya se están utilizando en algunos pacientes con sida y en trasplantados de médula ósea. Hasta el momento, no se han detectado efectos secundarios importantes de su utilización. El siguiente paso es hacer ensayos controlados que prueben estos tratamientos en pacientes con artritis reumatoide.