Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los peces poseen el agente que puede producir la enfermedad de las vacas locas, aseguró el biólogo peruano Edward Málaga Trillo, al explicar los alcances de un descubrimiento realizado en Alemania por un equipo de investigadores europeos.

Durante contactos mantenidos esta semana con la comunidad científica peruana, Málaga Trillo, de treinta y cuatro años, expuso las perspectivas científicas que abre el hallazgo realizado en el 2003 por el equipo de investigadores europeos que dirige en el departamento de Neurobiología del Desarrollo de la Universidad de Konstanz, en el sur de Alemania. Esa investigación generó sorpresa en el mundo científico, donde hasta ahora se pensaba que el factor causante de las vacas locas sólo lo tenían los bovinos y otros mamíferos.

El trabajo de Málaga Trillo y su grupo de investigadores fue divulgado por algunas prestigiosas revistas especializadas como Trends in Genetics, de Londres, y el semanario científico Nature, que se edita en Londres y Nueva York. Además, el especialista peruano fue invitado para que el 15 de enero dicte una conferencia sobre su descubrimiento en el instituto que posee en Suiza el premio Nobel de Medicina 2002, Kurt Wuetrich.

El hallazgo radica en haber encontrado la proteína de prión -que en su fase degenerativa causa el mal de las vacas locas- en diversos peces como el pez globo japonés, el pez cebra, el salmón, la trucha y la anchoveta que abunda en el Atlántico y en el Pacífico.

El científico aclaró que hay motivos para alarmarse por el hecho de haber hallado que esa proteína de prión, que también tienen los humanos, se encuentra en los peces. "No hemos encontrado la enfermedad en los peces, eso debe quedar bien claro, hemos encontrado que el agente que puede producir la enfermedad está en los peces. El paso siguiente es ver si la enfermedad existe o no en ellos", precisó Málaga Trillo a la AFP. Asimismo, destacó que, aun si se produjera la enfermedad, "no sabemos si una persona se puede contagiar comiendo un pez afectado". "No podemos descartar ni afirmar que la enfermedad se produzca; lo que existe (en los peces) es la molécula que puede desencadenar la enfermedad", enfatizó.

El científico subrayó que es muy posible que los peces puedan sufrir algún tipo de degeneración neuronal si se acumula la proteína de prión. "La manera fácil de decirlo sería que los peces también pueden sufrir el mal de la vaca loca, pero no quiero ser concluyente porque esto puede llevar a pánico y alarma, no sólo a los consumidores, sino a industriales y a gobiernos", dijo.

Luego anotó que se trata de una posibilidad latente que debe ser investigada. La investigación seguramente se prolongará por los próximos tres a cinco años y podría desentrañar nuevos misterios y aportar otros elementos. 01CEl premio Nobel suizo Wuetrich está interesado en trabajar con proteínas de peces, después de haberlo hecho en mamíferos y humanos. Lo quería hacer en peces, pero no encontraba la proteína que nosotros felizmente sí descubrimos", precisó el científico.

El mal de las vacas locas se produce cuando las proteínas normales de prión se doblan de una manera inusual y provocan la sucesiva transformación de otros priones, generando una reacción en cadena que culmina con la formación de agregados en el cerebro y la muerte neuronal, explicó Málaga Trillo.

El hallazgo de priones en peces abre la posibilidad de explotar y analizar la hasta hoy desconocida función celular de la proteína de prión. El científico espera poder revelar las bases moleculares de la enfermedad del prión mediante la mutación selectiva de partes de la proteína que son responsables de sus propiedades patógenas. Esta técnica bien podría servir de base para futuras curaciones de la enfermedad de las vacas locas.

El descubrimiento ha permitido observar que esta proteína tiene una estructura molecular muy similar a la humana lo que podría generar la enfermedad en los peces. Sin embargo, destacó que la investigación hasta el momento no ha descartado ni confirmado que la enfermedad pudiera ser transmitida de posibles peces a otros animales o humanos. Una característica del prión es que es una partícula compuesta puramente de proteína "y esto va en contra de las normas de la biología porque todos los agentes patógenos tienen ácido nucleico. El prión, no tiene ADN y sin embargo se reproduce. Es una nueva categoría patógena que se transforma de una forma que nadie ha logrado comprender hasta ahora", concluyó.